Me confunde la furia que atenaza
y se aferra al alma de la persona invisible que no soy. ¡Oh! ¿Tal vez si? Soy invisible
para un mundo que no entiende que no quiero correr, que no deseo ser visible y
confundirme entre una multitud callada y aislada entre sí. No quiero ser masa
que se arrastra a capricho de unos cuantos… quiero ser yo y nada más que yo.
Con todo lo malo y bueno que eso conlleva, quiero poder elegir el cuándo y el
cómo, necesito saber que intervengo en la dirección del camino.
Por todo esto y mucho más…
quiero, siento, necesito y padezco. Por todo y por nada, SOY.
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